la hermandad, según Raúl González Tuñón en "Requien para Enrique González Tuñon" - para mis tres hermanos
Los Tuñón eran uno, un solo ímpetu,
uno e indivisible como la poesía,
Enrique estaba en mí, yo en él, vivíamos
una misma mañana, el mismo asombro
ante las cosas mágicas y vulgares del mundo;
una aventura apenas diferente
en sus matices. Apartados por la muerte una tarde
de mayo sin banderas, él continuó en mí
y continúa cada vez más adentro
en los finos canales de la sangre que viene
de imagineros y mineros trashumantes y obreros.
Los Tuñón eran uno y así podrá decirse
que es Enrique quien vive y yo quien está muerto.
Etiquetas: Enrique González Tuñón, hermanos, poesía, Raúl González Tuñón
1 Comments:
Hermoso tu blog
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